„Las actuales tensiones entre China y Japón han hecho que se vuelva a hablar de lo mucho que este último país ha caído desde sus años de gloria en la década de los ochenta. En 2010, la economía china superó a la de Japón en tamaño total, aunque solo es una sexta parte de su tamaño desde el punto de vista de la renta por habitante. En 1988, ocho de las 10 empresas más importantes del mundo por su capitalización en el mercado eran japonesas; hoy ninguna lo es.
Pero, pese a sus recientes resultados, Japón conserva unos recursos de poder impresionantes. Su economía ocupa el tercer puesto de las economías nacionales por su tamaño y cuenta con industrias avanzadas y las fuerzas militares no atómicas mejor equipadas de los países asiáticos. Hace solo dos décadas, muchos americanos temían verse superados después de que la renta japonesa por habitante superara la de Estados Unidos. Se publicaron libros que predecían un bloque del Pacífico encabezado por Japón y que excluiría a EE UU, e incluso una posible guerra entre los dos países. El futurólogo Herman Kahn pronosticó que Japón llegaría a ser una superpotencia nuclear y que la transición en cuanto a su papel sería como »el cambio habido en los asuntos europeos y mundiales en el decenio de 1870 por el ascenso de Prusia«.”