Az Európai Unió egyetlen napot sem várt: újabb támadást indított Magyarország ellen
Súlyos következményekkel fenyegetőznek.
La oportunidad histórica de Hamás es, entonces, evidente: podría cambiarlo todo si cambia lo suficiente de sí.
„Hamás podría tener la tentación de seguir demostrando la fortaleza de la intransigencia, pero eso va en contra de la corriente democratizadora de la calle árabe. Véanse las manifestaciones en Gaza, no muy difundidas, o en Cisjordania, donde, no nos olvidemos, Hamás también se presentará a las elecciones cuando toque. Pero Hamás sabe que su supervivencia en un Estado palestino requiere una apuesta por la moderación. Los partidos islamistas con futuro en Turquía, en Egipto, en Túnez, se encargarán de llevarlo a ese terreno. No les conviene la mala imagen que Hamás pueda dar a sus promesas de pluralidad democrática. ¿Cómo podrían, si no, aducir los Hermanos Musulmanes que se puede contar con ellos sin que sean una amenaza contra las esperanzas de la población que, con sus revueltas, ha permitido lavar su cara política y propiciar su redención incluso para Occidente? Por tanto, no es la vía radical la que le conviene a Hamás. Además, la sociedad palestina sabe que no todos sus problemas provienen del yugo de Israel. La miseria y la economía estrangulada en los territorios palestinos también tienen algo que ver con Hamás, ya por corrupción, ya por impericia, ya por obcecación.
Y Israel? Se moverá cuando perciba indicios claros de cambio en Hamás. El primero, reconocer la existencia de Israel; el segundo, ser una opción política nacional en un Estado palestino. Los problemas internos de Israel pasarían a un primer plano y eso posibilitaría cambios en su devenir político, ya sin excusas paranoicas por la seguridad. Pero lo cierto es que el actual Gobierno no parece muy clarividente ni muy capaz, la oposición es poco activa y nula, ya que es consciente de que si gana necesitará el apoyo de muchos de quienes están ya gobernando. Y hay que añadir la inmigración ilegal y los problemas de asunción de la diversidad en un contexto de identidad judía frente a las minorías ultraconservadoras, que tienen demasiado peso político y ninguna visión de futuro. La oportunidad histórica de Hamás es, entonces, evidente: podría cambiarlo todo si cambia lo suficiente de sí.”